Hace algún tiempo, en una fría mañana de invierno, la última hoja marchita danzaba en el gélido viento, y en la Academia Rosenstolz, era un día más. En uno de los pisos superiores, Kaname y Shaiel se encontraban en una sala de estudio, intentando aprender algo para el examen que tendrían en la noche y para el cual habían olvidado estudiar.